¡No tardes!

Soy muy apegada a mi familia, una de las cosas que más me ha costado de estar en un nuevo país, es el no estar cerca de todos mis seres amados.

Vivo con mi esposo y mis tres hijos que van creciendo a pasos agigantados (más de lo que quisiera) cuando menos me lo espere, abrirán sus alas para dejar el nido y confieso, no estoy preparada para ese momento.

Lo anterior lo menciono para que puedas hacerte un idea de como soy con ellos en el día a día.

Cuando se que van a salir a algún lado ya estoy pensando en la hora que van a regresar y siempre los bendigo, les digo ¡cuídense! acompañado de un ¡No tardes!

Cuando se van al colegio los chicos y salen a trabajar mi esposo y mi hijo mayor, les dejo una nota en la servilleta de su vianda deseándoles lindo día con la frases: ¡Espero llegues pronto! o ¡No tardes!

Cuando mi hijo mayor hizo un viaje de una semana a otro país yo solo pensaba en lo mucho que iba a extrañarlo y quería que pasaran rápido los días para su regreso y siempre que hablamos por teléfono le decía: ¡Vuelve! ¡No tardes!

Mis padres en lo profundo de su corazón anhelan ¡que yo vuelva! y es que cuando tú dices que extrañas a alguien es porque disfrutas de su compañía y de su presencia.

Un día escribiendo una de esas notitas de lonchera 📝¡Regresa pronto! me di cuenta que es la consigna o el llamado que hacen los cristianos en relación a la Segunda Venida de Cristo y su promesa:

«Por tanto, Yo vengo pronto…
El Espíritu y la esposa dicen: «Ven». Y el que oye, diga: «Ven».
Apocalipsis 22:7‭, 17

Esto me hace pensar en lo mucho que debieron extrañar los discípulos a Jesús, siempre estaban con Él, un día les anuncia que ya vuelve al Padre y aunque dice que les dejará un Consolador ,(nuestro dulce Espíritu Santo) el Rabí, el Maestro ya no estaría con ellos y debieron estar confundidos y conmocionados, tristes, por eso Jesús les dice en Juan 14:1:

»No se turbe su corazón; crean en Dios, crean también en Mí.
Juan 14:1

La pregunta que quiero que nos hagamos y que nos contestemos con total honestidad es

¿Estamos deseando su regreso? Acaso le pedimos:

• ¡Ven Señor Jesús!
• ¡Regresa pronto!
• ¡No tardes!

Yo, siendo muy franca se que viene pronto, se qué no tarda, pero no se lo había pedido ¿Por qué? porque tengo muchos seres queridos que no han rendido sus vidas a sus pies y eso me aterra.

Pero cuando cierro mis ojos e imagino lo sublime que debe ser estar cara a cara con Él;

• Con ese amigo que nunca que falla,
• Con ese pastor que dió la vida por sus ovejas
• Con ese abogado que intercede ante el Padre por nosotras.

Entonces mi corazón no puede desear otra cosa que decirle:

¡No tardes! aunque con más peticiones añadidas:

• No tardes en responderme.
• No tardes en alcanzar a mi familia.
• Por favor buen Jesús ¡No tardes!

Y entonces debemos hacernos otra pregunta: ¿Estamos preparando todo para su regreso?

Antes de que mi esposo llegue a casa trato de tener todo arreglado y con un ambiente grato para recibirlo.

Cuando mi hijo mayor regresaba de su viaje arreglé su cuarto y preparé su comida favorita para que se sintiera bien de haber llegado.

Si estamos esperando el regreso de alguien que amamos : ¡Nos preparamos para recibirlo como merece!

La invitación que quiere extenderte hoy es la que me hice a mi misma:

Pasa más tiempo a solas con Jesús, así desearás cada vez más su presencia y tu corazón se encenderá con ansias por su regreso y juntas le pediremos gozosas: Jesús ¡No tardes!

Con amor, María Daniela

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